Y, me confieso un bebedor inconsciente, pues su calida presencia me conquista con el zumo que me envuelve, cual humo envuelve a cualquier hoguera hecha con leña algo verde.
Inconsciente, humo, verde,… Así queda mi conciencia cuando apuro un buen caldo de botella, a la que apuro y apuro hasta que acabo con ella, pues presumo: puede llegar un comprade y ver que está media llena, cuando la realidad es que está media vacía. Y ante eso me vuelco en su calidad.
Que le voy hacer si yo, aunque sea un desatino, mis ojos se me iluminan con las mujeres y el vino.
Mujeres, ¿porqué será?, que las veo y las deseo, y aun es más, mi mente las imagina, con las ropas transparentes, veo unos pechos turgentes, aunque los tenga corrientes, abulte mas la barriga. Ya decía el viejo sabio: tiran más dos tetas que un par de carretas.
Así, que muerdo los labios imaginando resabios.
MI pecado, se lo confieso a un amigo, pues se muy bien que los curas las tienen también duras, y cuando van para viejos, Baco es su Dios preferido, Yo con ellos no confieso.
Es la escuela de la vida la que te enseña a ostia limpia, a fuerza de comulgar, llegas a la conclusión que la vida es una mierda, si no la logras llenar con tu imaginación, regada con un buen vino.
Creo que ya me he perdido… Ah, recuerdo que le decía al amigo: Tengo a cuestas una cruz, he nacido en el Calvario y no se con cual quedar, de las que veo a diario al pasar por el barrio.
Me contesta, el muy locuaz: ¡Ay amigo!, eso teu é do bó viño.
Esto me hace pensar… Si lo mío es por el vino…, pues mira tú, peor sería que me diera por llorar. Así pues, ¡que viva el vino!
Juan García
2 comentarios:
Ya ha llovido desde esa foto, se puede apreciar la tienda de deportes de...Ibarreche?
Saúde e ceibedade.
Deica logo.
Si señor ya ha llovido, efectivamente es la tienda de ibarreche, saludo y gracias
Publicar un comentario